viernes, 21 de junio de 2013

Bajo sospecha

Leo en la prensa digital que según el Barómetro del Real Instituto Elcano(BRIE), el 90% de los españoles cree que España es un país corrupto, y el 75% considera que la imagen exterior no ha mejorado en los últimos meses.
Todo lo que está pasando en nuestro país, está haciendo que nos volvamos excépticos esféricos, se mire por donde se mire.
Empezamos a no creer en nada y en nadie y a poner en duda cualquier hecho, persona o circustancia en todo lo que acaece.
Cada vez que se produce una noticia, sistematicamente ponemos todo en duda y sospechamos, siempre sospechamos y decimos "esto huele mal", sin tan siquiera analizar los hechos, por eso del "Piensa mal y acertarás".
Así, en el caso de venta de inmuebles por la Infanta Cristina y la seudoexplicacción de Montoro de que ha sido un error, nos huele mal. No sabemos a qué huele y quien huele, pero nos huele mal. Que la Fiscalía consiga anular la causa abierta contra Blesa y que la Audiencia de Madrid devuelva el pasaporte a Díaz Ferrán, podrá ser por cumplimiento extricto de la legalidad, pero nos huele mal.
La trama Gurtel, caso Bárcenas, ERE de Andalucía, caso Palau.....y podríamos llenar páginas de casos.....etc, nos huele mal.
A tal ha llegado la desconfianza ciudadana, que cualquier hecho que en sí mismo debería considerarse bueno, como el pacto de Rubalcaba y Rajoy para llevar una postura común a Europa,nos huele mal.
Es más, si ahora nos enterásemos que la Conferencia Episcopal con Rouco a la cabeza, criticara las medidas del Gobierno que están conduciendo a la pobreza y a la exclusión de muchos, incluídos niños, e hicieran propuestas para combatir los desmanes, primero no nos lo creeríamos y después, nos olería mal.
Así estamos.

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