Sr. Herrera, he leído su artículo publicado en el XL Semanal de 27 de junio, y me ha parecido un ejercicio total de demagogia.
Por fortuna, no tengo ningún familiar en la situación de los personajes que recrea el video de los artistas de la ceja, como Vd. les llama, y eso me permite hablar con mayor libertad y claridad de pensamiento, sin ofuscación ni por estar implicado ni por, quizás, tener unas ideas o una ideología que no admite que se revise cierto pasado.
Vd. se retrata cuando se refiere, despectivamente, a los artistas de la ceja. ¿por qué?
Claro que hay muchos motivos por los que hacer una película de denuncia. No hay más que fijarse en el hambre y las injusticias que hay en el mundo. Pero eso no debe implicar que se callen estos otros asuntos que nos tocan de cerca.
De su alegato, se puede interpretar que no tiene allegados en esa circunstancia, y le aseguro que me alegro.
Créame si le digo que hay algunos temas que no quedaron resueltos en la Transición y le aseguro a Vd. que el Parlamento español no ha compensado a nadie estos hechos, como Vd. afirma, porque por otra parte , esto no hay quien lo compense. Y ya que es así, lo que se nos debe exigir al menos es comprensión y solidaridad hacia los que sí padecen estos hechos, o si le cuadra más, caridad cristiana, en cualquier caso, Justicia. No es de recibo que haya conciudadanos sepultados por las cunetas de nuestro (de todos) país y que sus allegados vean impotentes cómo pasa su propia vida sin que hayan podido corregir esa injusticia histórica.
Creo honestamente que debería Vd. rectificar sus palabras y pedir disculpas.
Yo, desde luego, no estoy de acuerdo con Vd.
