martes, 26 de octubre de 2010

Incontinencia del León

Esta pasada semana tuvimos un nuevo episodio de la incontinencia del León en el cual quedó patente que somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras.
La incontinencia verbal, habitual en el Alcalde de Valladolid y reconocida por él mismo,destapó sus pensamientos más íntimos, su convencimiento de la preponderancia del macho como ser superior y el valor que otorga a las mujeres, calificándolas según sus "morritos".
Esta vez lo ha conseguido. Ya le conocen en toda España. Ha quedado como un machote.De aquí a pasar por determinados estudios de televisión a debatir con Jorges Javieres sólo un paso.
Inicialmente tuvo la idea, no se si propia o apuntada, de pedir disculpas, pero claro, pedir disculpas sin más era demasiado para su ego, y tuvo que inventar la mala y falsa disculpa de que la ministra le recordaba a un dibujo animado y que daba el asunto por terminado.
Desconoce aquello de "quien siembra vientos, recoge tempestades"
Le sorprendió que le evitasen en la Seminci para no saludarle, y en lugar de evitar esas situaciones provocadas por su verborrea y su falta de respeto, que habría podido lograr simplemente no asistiendo al evento y permitiendo que los demás acudieran sin necesidad de avergonzarse, pues no, se presenta como si no hubiera pasado nada y además acusa a la Ministra de Cultura, qué mala suerte, otra mujer, de obligar a actores, directores, etc.., a que le nieguen el saludo, faltando a la verdad y consiguiendo de paso ofender a actores, directores,..etc.
Vd no tiene desperdicio. Valladolid, y los vallisoletanos no se merecen un alcalde de este pelaje y corre el peligro de que pase de Fachadolid a Caspadolid si las próximas elecciones no lo cambian.
Anímese y váyase a la cueva, y líbrenos de su presencia.

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